dilluns, 25 de gener del 2010

BIEN Y MAL.

Si una cosa está mal, hay que reconocerlo siempre, pero si no es así y continúan diciendo que está mal, es cuando la indignación empieza a apoderarse de la situación.

Hay que tener claro quien es el interlocutor que nos contradice y si tiene capacitación de hacer sus afirmaciones.

Caso más complicado puede darse, cuando hay tres partes involucradas.

Hoy en día el valor añadido a cualquier producto, es un factor determinante tanto como necesidad, idoneidad o incluso argumento de venta.

Si por el hecho de añadirle un valor a un producto metálico, ello hace que este valor sea negativo, es contraproducente.

El problema está en que el conocimiento de cómo hay que hacer las cosas y la previsión de todos los parámetros a tener en cuenta para obtener un buen resultado, no está en la manera de hacer de gran mayoría de individuos.

El galvanizado por inmersión, generalmente es concebido como una opción de acabado frente a otros tipos de recubrimientos protectores contra la corrosión, sin embargo, en gran cantidad de piezas que se deciden galvanizar, es preciso cumplir con una serie de reglas básicas que ineludiblemente darán como resultado un buen producto.

El problema es que estas reglas básicas, no se observan, suelen ser cuestionadas eludidas e incluso modificadas.

La gente no entiende que cualquier hierro no pueda quedar con un acabado igual a cualquier otro. Uno brilla, es liso, no tiene restos de ningún tipo de manchas, tiene un espesor de recubrimiento correcto y otro queda gris oscuro, rugoso con manchas en alguna de sus partes etc. (como simple ejemplo)

Lo primero que dicen siempre es que está mal galvanizado, que tienes “la caldera sucia” etc...

No se les ocurre en ningún momento que el motivo de que suceda esto es debido al hierro que han empleado. -Claro que no, el hierro lo han comprado a su suministrador de toda la vida. ¿Cómo va a ser culpa del hierro?.

Para la mayoría de personas, el hierro es todo igual, lo único que cambia es la presentación: Perfiles L, U T HEB IPN IPE tubos chapas etc.etc. con unas medidas concretas y punto.

Evidentemente deben conocer algunas calidades como pueden ser las referentes a la dureza, resistencia y alguna que otra respecto a la fragilidad. Pero la gran mayoría no tiene idea de que hay distintos componentes en un hierro o acero como pueden ser el silicio, fósforo, carbono, etc. que según su proporción pueden ser más aptos para galvanizar.

Tampoco es necesario saber todo eso, siempre y cuando no le especifiquen ningún requerimiento de calidad. Porqué si se lo especifican, lo último que va a pensar es en el silicio y fósforo que tiene el hierro que va a conformar. Pero cuando entregue el material galvanizado y le digan, que no, que esto no está bien galvanizado, porqué no brilla, es de un acabado áspero, está lleno de manchas blancas y no es apto, ¿Qué es lo primero que piensa?, - El galvanizador no ha hecho bien su trabajo, se lo voy a devolver y que lo arreglen.

Pues ahí es donde empiezan los problemas.

Toda la información necesaria para que esto no ocurra, está a su disposición, pregunte, y se le explicará lo necesario, o bien consulte en nuestra web: http://www.galvanitzatsfies.cat/